Hicimos la ruta el 30 de agosto 2015
Ida y vuelta: 6.23 km
En esta ocasión diseñamos una ruta para ascender algunas de las cumbres situadas más al Norte del Macizo de Ubiña. Cimas como Campu Faya o el Buracu, que a pesar de rondar los 2.000m han estado siempre en un segundo plano, eclipsadas por la presencia de "hermanas mayores" con más relevancia como Los Huertos del Diablo o El Ranchón.
Visión aérea de la ruta realizada
Nuestro diseño inicial de la ruta, transcurría por cinco cimas de este sector de Ubiña, pero el tiempo nos hizo vivir una compleja situación que nos obligaría a desistir tras haber conseguido las dos primeras.
En rojo recorrido de ida, en azul recorrido de vuelta y en verde ruta que estaba prevista (Mapa IGN)
Gráfico de la ruta realizada
Con las últimas luces del sábado, nos acercamos hasta el Puerto Ventana y continuamos por la pista que lo enlaza con Ricabo, hasta detenernos a los pies de los Sierros Negros. Una vez allí, aparcaríamos la "CPUm" (Cotoya Pindia Unidad Móvil) con la intención de hacer noche y disfrutar de una preciosa puesta de sol a 1.580m de altura.
Lugar donde aparcamos y desde donde iniciaríamos la ruta a la mañana siguiente
La "CPUm" estacionada bajo los Sierros Negros
Panorámica hacia el Sur con los Sierros Negros a la derecha
Antes de disponernos a cenar con unas estupendas vistas hacia el Valle del Río Páramo, decidimos dar un pequeño paseo por la pista, hasta los Sierros de la Canguina, para disfrutar de una espectacular puesta de sol, tras las montañas somedanas.
Secuencias del paseo de UNA PUESTA DE SOL
Durante la noche nos acompañó una intensa luna llena, que nos ofrecía la luz suficiente para poder disfrutar de todo el entorno.
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:
A la mañana siguiente, hacia las 7:00h iniciamos la marcha con las primeras luces del alba, que entraban por el Oriente mientras el Occidente aún conservaba la luna llena.
Panorámica del amanecer con las primeras luces al Este y la Luna llena al Oeste
Nos dirigimos por la pista hasta el collado de La Espriecha, para subir desde allí por la Cuesta Agria, hasta alcanzar el collado de Cueñas Albas.
Panorámica del camino a seguir desde el inicio de la ruta
Vista panorámica al Este desde el collado de La Espriecha
Vista panorámica al Oeste desde el collado de la Espriecha
Vista atrás con la Luna llena sobre los Sierros Negros
Desde el collado la Espriecha, veremos como sale un marcado sendero entre la retama, que nos conducirá sin pérdida por la Cuesta Agria, hasta alcanzar el collado de Cueñas Albas.
Vistas hacia el Puerto Ventana desde la Cuesta Agria
Cruzando una zona rocosa de la Cuesta Agria
Vistas al Puerto Ventana desde la inmediaciones de Cueñas Albas
Al llegar al collado de Cueñas Albas, tendremos una vista estupenda de las montañas que vamos a subir y de la Vega de Socellares.
Aunque no existe un sendero concreto que nos conduzca hasta la cima de nuestro primer objetivo: El pico Campu Faya, este es prácticamente accesible por cualquier parte y el camino se hace fácil de intuir hasta su cima.
Vista desde el collado de Cueñas Albas
Panorámica desde el Collado de Cueñas Albas y camino seguido hasta el Campu Faya
Panorámica del camino hasta el Campu Faya una vez cruzada la Vega de Socellares
Subiendo hacia el Campu Faya
Panorámica hacia el Norte una vez alcanzada la cuerda
Llegando a la cima del Campu Faya
Cima del Campu Faya 1.942m
Desde la cima del Campu Faya, tendremos unas fantásticas vistas del sector de Peña Rueda y los Puertos de Güeria, así como del Pico sobre El Tambarón y del Buraco.
Para dirigirnos al Buraco, sólo tendremos que seguir el cordal, pasando por el collado que nos separa de él.
En los últimos metros, se nos hizo preciso usar un poco el apoyo de las manos para coronar el peñón, pero en un paso muy corto, muy sencillo y nada aéreo.
Vistas hacia el Buracu con el camino a seguir en rojo y el de bajada en azul.
Panorámica hacia el Sureste
Vistas hacia el Oeste desde la Muesca del Buracu, con la zona por la que subimos
Alcanzando la cima del Buracu con un fuerte viento del Oeste
Cima del Buraco 1.982m
El viento venía soplando desde el Oeste con mucha fuerza, y justo en el momento en que sacábamos la foto de cima del Buraco, comenzaron a caernos unas cuantas gotas gordas de agua.
Vimos como unos intensos relámpagos caían en la zona de Somiedo, seguidos de unos ensordecedores truenos.
La conclusión estaba clara; la tormenta nos había cogido a 2.000m de altura y en pocos minutos la tendríamos completamente encima.
Sin perder un instante, improvisamos la bajada hacia el mismo valle que nos separaba del Campu Faya y fuimos perdiendo altura bajo una lluvia que se iba volviendo cada vez más intensa.
Los rayos se veían cada vez más cerca y los truenos parecían reventar sobre nuestras cabezas.
A la altura de la Vega de Socellares, nos encontrábamos en el centro de la tormenta.
Cuando alcanzamos el collado de Cueñas Albas, vimos que todo el ganado que estaba allí a la ida, había desaparecido y en ese momento, comenzó la peor parte...
Al iniciar el descenso por la Cuesta Agria, se desencadenaría una fortísima ventisca, acompañada de granizo, truenos y relámpagos, que mantendría su intensidad hasta alcanzar el coche.
Una vez en el coche, nos metimos en él para protegernos de los rayos y empapados por completo sin perder un instante, comenzamos a descender la pista en dirección a Ricabo.
No paramos hasta llegar a la entrada de Buedia (barrio anterior a Ricabo), donde la lluvia cesó por unos minutos y pudimos aprovechar para secarnos un poco y cambiarnos de ropa.
La situación era lo suficientemente preocupante, como para pararnos a sacar fotografías, por lo que no podemos documentar con imágenes estos momentos de la ruta.
Parados en Buedia para cambiarnos de ropa
Desde Buedia, continuamos camino por Ricabo y Santa Marina hasta coger la carretera que sube a La Cobertoria, desde donde pudimos sacar unas fotos hacia los picos realizados, donde parecía que ya había pasado la tormenta.
Vistas desde la cima de la Cobertoria
FIN
Se trata de una ruta sencilla, sin un gran desnivel y que carece de pasos que puedan darnos sensaciones aéreas o que requieran el uso de las manos.Aunque el camino no siempre se encuentra marcado por sendero o por hitos, se trata de una zona fácil de transitar que no presenta mayores dificultades a la hora de encontrar un camino factible.
Vaya puesta de sol mas guapa, la ruta una pena que os la estropeara el tiempo, pero una retirada a tiempo ye una victoria. A mí me pilló una tormenta solamente en la montaña pero me acuerdo de ella para toda la vida fué en Peña Orniz y las pasé canutas. De todas formas sacaste unas fotos preciosas y las descripciones perfectas. Saludos
ResponderEliminarSolo con una hora más hubiéramos librado la peor parte... ahora ya a salvo, nos da pena no haber inmortalizado el momento, porque se podían haber sacado unas fotos impresionantes.. pero en ese instante solo quedaba cruzar los dedos...
EliminarUn fuerte abrazo y gracias por el comentario!
Qué locura de atardeceres...Conocemos la cumbre y sabemos del lío que hay para acceder a ellas por esa caliza tan enredona que hay durante toda la ruta. Preciosas fotos!!! Un abrazo
ResponderEliminarHola Paloma,
EliminarTuvimos un atardecer de lujo.. pero parece que luego lo pagamos al día siguiente. Habrá que volver para terminar la ruta..que nos quedamos con el gusanillo de no acabarla.
Un abrazo!
No hay más pavor ni sensación de impotencia que cuando en el monte se sufre una tormenta con descargas eléctricas. En esos momentos, permítaseme la expresión, está uno en manos de Dios. Encima corren como posesas: la ves allá lejos y en dos minutos la tienes encima.
ResponderEliminarAsí es chicos, nos costaría explicarlo mejor...
EliminarEn ese momento cualquier cosa que hiciéramos era mala...Si nos quedamos quietos "malo", si corremos "malo", si nos tiramos en el suelo "malo", si nos pegamos a una pared rocosa "malo", si llevas un móvil, Gps, cámara de fotos, bastones..."malo".
Podríamos haber cargado a Dardo con todo el material susceptible de atraer los rayos y soltarlo para que corriera lejos, pero nos parecía un tanto injusto...(jajaja), así que decidimos correr los tres la misma suerte y como bien dices, quedamos "en manos de Dios".
Por suerte todo acabó bien, pero mejor no volver a vivir una situación así en mucho mucho tiempo.
Un fuerte abrazo!!
Atardeceres de lujo. Lo poco que el tiempo os ayudo, fotos sorprendentes. Las tormentas con aparato electrico en la montaña , todo un ¡¡¡¡ Acojone !!!.
ResponderEliminarOye eso de cargar a Dardo con el material, me parece mal hasta que lo hayas pensado. Lo ultimo me parece mucho mejor ¡¡¡ Todos pàra uno y uno para todos !!! Ja, ja , Un saludo
jajajjja... por eso no se separaba de nuestras piernas!!!
EliminarEl probritín se portó como un campeón, aguantando estoicamente el granizo como uno más y eso que los truenos no son los suyo.
Un abrazo!!!